Es posible que hayáis oído alguna vez aquello de guardar los archivos o trabajar “en la nube” o, más técnicamente, lo de utilizar el “cloud computing”.
¿Qué es eso exactamente? No es más que trabajar más flexible y eficiente, sin tener un software instalado en el ordenador, utilizando y pagando por los servicios que se necesiten en Internet sólo cuando se necesiten.
Trabajar en la nube tiene una serie de ventajas. Por ejemplo, se pueden adaptar los servicios y soluciones a las necesidades de la empresa o del autónomo que los contrate.
Ya no es necesario adquirir un programa informático completo (del que, posiblemente sólo utilizarías un porcentaje de sus funciones) sino que vas añadiendo o adquiriendo sólo aquellas que se necesitan. En otras palabras, es una forma de trabajar muy flexible.
Otra de las ventajas es la movilidad, ya que te permite trabajar con tus servicios y tu información desde cualquier lugar con conexión a Internet, a través de tu móvil, tu tableta…
Además, se trata de un entorno seguro, cifrado, en el que se realizan copias de seguridad de forma automática y que permite ahorrar dinero, ya que no hay que se paga por aquello que se utiliza.
De hecho, se calcula que trabajar en la nube permite una reducción de costes de hasta el 20%, en contra de lo que muchos piensan, que es más caro. Es sólo uno de los falsos mitos que hay en torno al cloud. Otro sería la falta de seguridad o incluso el hecho de que se pueda quedar obsoleto, algo imposible porque como se trata de una tecnología escalable, se puede adaptar a las necesidades de cada momento y recibe actualizaciones constantes.
¿Y si me quedo sin acceso a Internet? Esta es una pregunta que se hacen muchas personas. No pasa nada, puesto que se puede acceder desde cualquier otro punto de conexión wifi, un smartphone o utilizando un USB con conexión 3G.
El cloud presenta ventajas tanto para grandes corporaciones como para un pequeño autónomo. En el caso de éstos, por ejemplo, les puede ayudar a resolver tediosas tareas de su día a día como es la gestión de sus facturas, pagos de impuestos… todo lo que es el papeleo.
El autónomo debería centrarse en hacer crecer su negocio y no dedicar más tiempo del necesario a estas tareas. Eso es lo que puede conseguir utilizando, por ejemplo, Sage One en la nube.
Con ella, se puede gestionar la contabilidad de un autónomo o una pequeña empresa en la nube y sin demasiado esfuerzo. Se trata de una herramienta de facturación online que, por sólo 4,95 euros al mes permite al profesional hacer sus facturas, presentar sus declaraciones de IVA y de IRPF trimestrales… desde cualquier dispositivo y en cualquier momento.
Se trata de una solución económica, que no pone límites al número de facturas que se pueden emitir y gestionar, y que genera automáticamente el modelo 303, de la declaración trimestral del IVA, y el modelo 130, la declaración trimestral del IRPF.
Al utilizar la aplicación, el autónomo gozará siempre de soporte gratuito por teléfono o email. Sus datos estarán seguros en la nube y así podrá dedicarse a hacer crecer su negocio sin que el papeleo pueda retrasarle. Además Sage One dispone de una App gratuita para iOS para facturar desde el móvil y gestionar tu negocio en cualquier momento estés donde estés.
Si aún no estás convencido, echa un vistazo a esta infografía, con la que se desmontarán todos tus recelos con la nube.